Mas Calidad al Mejor Precio
Hoy en día no se es lo suficientemente cuidadoso con el manejo de los datos personales y, por eso, más que nunca deberíamos tener al menos un par diferente de tarjetas con los datos de contacto que deseemos mostrar en cada caso. Para sacar el máximo provecho de nuestras tarjetas gratis podremos ofrecer a cada posible cliente, empleador, conocido o interlocutor interesado una tarjeta adaptada para esa circunstancia. Es que el ahorro de costes de diseño (que es gratis) permitirá imprimir una mayor cantidad de tarjetas, de modo que podamos asegurarnos de disponer de ellas en cada lugar posible, desde el bolsillo del saco al del bolso, desde la gaveta del vehículo hasta el cajón del escritorio. ¡Es que no deben faltar jamás! Una tarjeta que no se entrega es una oportunidad de negocio que se pierde o un contacto que se deja pasar. Aún más, los expertos en marketing nos dicen que si se pierde un contacto, perdemos también los posibles referidos de ese contacto, más los referidos de sus referidos.
Al tener tarjetas gratis, podremos repartirlas tantas veces como sean necesarias. Sólo se pagará el costo de impresión, por lo que resulta una inversión publicitaria extremadamente económica y ventajosa. Las tarjetas que recibamos, en tanto, nos permitirán crear una lista de contactos. Es conveniente que este listado sea dividido según se trate de posibles clientes, proveedores, empleadores o, en fin, cualquier otra clasificación válida.
Hay que resaltar que, así como recomendamos que la tarjeta de presentación tenga un elemento o frase identificativa clara que recuerde al receptor quiénes somos, lamentablemente muchas de las tarjetas que recibimos no las tienen. Por eso, con constancia y prolijidad, sugerimos completar a mano las tarjetas recibidas con algún comentario que nos refresque la memoria sobre el emisor de esa tarjeta: quién es y cómo puede ayudarnos en el futuro.
Así estaremos en condiciones de armar lo que los expertos llaman una base de datos de contactos, que servirá ni más ni menos que para enviar propuestas que generen negocios u oportunidades. Es que de nada sirve tener una enorme pila de tarjetas de contacto si la dejamos dormir en el escritorio por meses. Nuestra red social y laboral se nutre del seguimiento de los contactos, no sólo de su generación. En consecuencia, resulta de vital importancia dar vida a la base de datos enviando mails de tiempo en tiempo y haciendo llamadas telefónicas con algún pretexto valedero, a fin de que la acción inicial de elaborar con tanto cuidado las tarjetas cobre sentido. Recordemos: el puntapié inicial, que es lograr un diseño dinámico, prolijo y atrayente, ya está dado. Las tarjetas gratis están a tu disposición. El resto es llenarlas, darles vida ¡y usarlas cuantas veces se necesite!
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